Luego de enfrentar una tragedia que marcó profundamente a Aguachica, los propietarios del restaurante Sorbetes y Jugos decidieron seguir adelante con su negocio familiar.
A finales de diciembre, miembros de una familia ajena al establecimiento fueron ultimados dentro del restaurante, lo que provocó temor, amenazas y una drástica caída en las ventas.
La familia Ramírez, dueña del restaurante, vivió momentos de incertidumbre, llegando a cuestionar si debían reabrir. Sin embargo, impulsados por el apoyo de sus seres queridos y su fe, decidieron mantener viva la tradición que representa su negocio.