By Este 27 de octubre hace un año, 665 votos de diferencia sobre Manuel Rangel, le permitieron al líder social Robinson Manosalva Saldaña convertirse en el nuevo mandatario de Aguachica.
El “Profe” o el “Chivo” como se le conoce popularmente, llegaba con un discurso de cambios y separación de los grupos y operadores políticos tradicionales de los espacios del poder; el apoyo en ese momento del Polo Democrático Alternativo, lo colocaba como el candidato que enfrentaba a las maquinarias electorales.
Hoy al cumplirse un año de su elección, es evidente el choque de intereses económicos y políticos en la segunda ciudad del Cesar. Manosalva ha tenido que lidiar con los problemas que afectan la localidad antes de su llegada, y los nuevos retos que ha presentado la pandemia del Covid-19; sin embargo, también muchos le reconocen que ha alcanzado significativos logros en su gestión, como una sectorización del agua más eficiente y continua, a pesar de las dificultades de gerencia en la empresa de Servicios Públicos al iniciar su periodo como burgomaestre; ha prestado una sobresaliente atención a la zona rural y ha tenido mano dura a la hora de tomar medidas antipopulares necesarias en el camino de la administración.
El actual alcalde de Aguachica también demostró ser más pragmático a la hora de gobernar, no se ha enfrascado en luchas estériles que pudiesen aislarlo y decidió trabajar en equipo con la Gobernación del Cesar, y brindar su apoyo irrestricto a la Casa Gnecco en los momentos difíciles que afrontó en su momento Luis Alberto Monsalvo.
En apenas un año, Robinson Manosalva ha demostrado que tiene sus objetivos claros, con insistencia y tozudez impone su visión política, aunque ello, le ha traído más de un encontronazo con los medios de comunicación, líderes políticos, comerciantes y la población; pero también mostró que es capaz de trabajar con quien le toque para beneficio de Aguachica.
Muchos apostaban que duraría sólo unos meses en la primera silla municipal, pero hoy ha logrado sortear reveses jurídicos y políticos; no obstante, tiene la responsabilidad de reactivar económica y productivamente la segunda ciudad del Cesar, para así aunar esfuerzos con todos los gremios y sobrellevar la crisis.
Tendrá posiblemente una personería y coalición del concejo con la lupa puesta en sus actuaciones ejecutivas.
Algunos predicen que cumplido su primer año de su administración pedirán su revocatoria.
Sus continuas campañas benéficas le han dado la denominación del alcalde social y junto a la primera gestora seguirá impulsando este tipo de actividades. Lo que todos en el municipio esperan es que su gobierno siga siendo transparente, justo y cumpliendo su eslogan de primero Aguachica.
