La maleza y el deterioro físico se evidencian en varias viviendas de la urbanización Isamar, las cuales se encuentran actualmente desocupadas. A pesar de tener propietarios, beneficiarios que recibieron las escrituras de los inmuebles; pasa el tiempo y continúan deshabitadas.
Vecinos del sector manifestaron su descontento con esta problemática, ya que se han convertido en foco de inseguridad, de proliferación de zancudos y además le dan un mal aspecto a la zona, una urbanización que se esmera por tener sus espacios bien organizados.
Esta situación viene presentándose desde hace dos años, cuando fueron entregadas estas viviendas a los beneficiarios que nunca han aparecido por esa zona. Gracias al llamado de los mismos vecinos a propietarios, algunas de las que estaban desocupadas ya fueron habitadas, pero otras son frecuentadas por temporadas y otras mantienen en el olvido.