Una semana santa cargada de mucho fervor y regocijo vivieron los Aguachiquenses, en especial la comunidad católica que regresó masivamente a los templos y participó de los actos solemnes.
Fue el viacrucis vicarial, el momento que congregó a miles de personas de las diferentes parroquias y que en conjunto revivieron el camino al calvario de Jesucristo.
El acto partió desde el parque San Roque en las primeras horas del viernes santo y se extendió a lo largo de la calle quinta, donde se realizaron las catorce estaciones ubicadas en las afueras de locales comerciales; en las cuales los responsables de cada altar elevaban sus plegarias en compañía de la multitud. El obispo de la diócesis de Ocaña, monseñor Luis Gabriel Ramírez; acompañó al clero de la vicaría de la inmaculada concepción en el extenso recorrido.
Se estima que más de dos mil feligreses asistieron al santo viacrucis, no importaba la edad o la condición física; todos querían peregrinar como lo hizo Jesús y dar gracias por las bendiciones.
Igual de concurridos fueron los demás actos de la semana santa, conservando así las tradiciones religiosas de una región de preferencia católica. Para monseñor Ramírez, estos días de mucha fe y oración compartida, dejan un mensaje en los corazones de todos los devotos.