Familiares, amigos y compañeros de labores; acompañaron este viernes el cortejo fúnebre de Héctor Darío Giraldo Zapata, el joven que murió luego de varios días en una UCI de la ciudad de Valledupar a donde fue trasladado por la herida sufrida en un accidente de tránsito.
En la caravana que bajó por toda la calle tercera de Aguachica se escuchaba uno de sus vallenatos preferido a todo volumen y a la par los lamentos de quienes aún no salen del asombro por su repentina partida.
Manteniendo su imagen alegre, varios de los asistentes portaban una camiseta blanca con su foto y su nombre; en la caravana también estuvieron colaboradores y operarios de la empresa veolia donde Héctor laboró durante dos años y siempre estuvo dispuesto a brindar su colaboración; también asistieron varios líderes comunales de la localidad.
¡Paz en su tumba!




