Debido al fuerte verano y a la falta de constancia del preciado líquido, muchas mujeres y hombres buscan una solución y es el bosque del agüill; con sus lavaderos para ropa y demás pertenencias. Muchas personas también llegan a este espacio para bañarse, actividad que deben hacer únicamente en las respectivas duchas.
Durante el tiempo de sequía el uso de estos espacios aumenta; así como es el caso de una familia que llegó desde el barrio los cocos en busca de agua ya que desde hace 20 días no cuentan con el servicio en ese sector.
Las personas no solo llegan a lavar ropa y a bañarse, sino también para abastecer los tanques de almacenamiento para cocinar y consumir en sus hogares; de ahí la importancia de preservar esta fuente hídrica y la reserva natural.